jueves, 26 de agosto de 2010

Siempre hay algo que hacer

Siempre hay algo que hacer, de manera ordenada, y esto es especialmente útil cuando la mente se dispersa, o se irrita, o se siente frustrada, o no ve salida.

Siempre hay algo que hacer. No necesariamente se tratará de grandes recetas. A veces sólo se trata de escribir algo, ordenar algo, deshacerse de algún objeto, arreglar ciertas cosas. Es agradable realizar una tarea concentrándose en ella, disfrutando de la misma, con independencia del resultado.

La vida será recordada por un conjunto de momentos. ¿Tienes un rato? Sí, me refiero a ese espacio de tiempo que está justo delante de ti. Y lo que hagas de ese rato será realmente importante, porque si disfrutas de él después pueden venir mejores momentos.

¿Qué estás haciendo en este momento? ¿Pensar en tus carencias o plantearte tus posibilidades? Pero sobre todo ¿Qué vas a hacer en este instante para que tu vida merezca realmente la pena?Porque sólo se vive una vez y cada momento es irrepetible. Lo que tú vas aportando a cada momento de tu vida es lo que configura tu destino junto al destino mismo.

Porque en realidad somos cocreadores de nuestra propia película vital. El destino pone el escenario y tú pones la acción que determina el drama o la comedia con independencia de las circunstancias.

Y esto es lo que voy aprendiendo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario